Accesibilidad: La literatura al alcance de todos los discapacitados visuales

Esta semana he decidido ocuparme de un aspecto esencial, es decir el acceso de las personas detentadoras de limitaciones visuales (disminuidos visuales y no videntes) a la cultura y puntualmente a aquella que surge de los distintos íconos literarios. Es mi deseo contarles que un impedimento funcional, en este caso, el originado por la falta o escasez de visión, no constituye un obstáculo insalvable a la hora de obtener autonomía e independencia para formarse e informarse a través de la lectura de diversos materiales.

Hace unos 40 años una persona ciega o disminuida visual, no tenía otra alternativa para leer que mediante el sistema creado por el francés Louis Braille, allá por 1895. Si bien este método sirvió y sirve hoy día para educar a niños que han nacido ciegos, son cada vez menos los adultos que lo utilizan por la escasez de libros editados en braille debido al alto costo de su producción así como por la falta de modernización de las bibliotecas especializadas en nuestro país. Ambas circunstancias son las que atentan pues entonces contra el acceso a la lectura por parte de las personas discapacitadas visuales.

Un luchador, el Dr. Carlos Lima Coimbra, es un contador de mediana edad que en forma sorpresiva y sin tener antecedente alguno, perdió su visión por una enfermedad inmunológica. Pero lejos de lamentarse, decidió canalizar todas sus fuerzas y energías fundando «CICALE», Centro Iberoamericano de Audiolectura y Educación, que es una biblioteca digital, nutriéndola con más de 1.000 obras digitalizadas. Esta ONG, tiene por objetivo impulsar el desarrollo cultural de la comunidad, contando en su patrimonio con textos, relatos radiales, libros, novelas, biografías de artistas, escritores y también de personajes históricos que fueron controvertidos en su época. Asimismo decidió incorporar temáticas que en general no existen en las bibliotecas tradicionales, temáticas tales como la de los libros de autoayuda, relatos como por ejemplo de Alejandro Dolina o Niní Marshall. El proyecto más anhelado que en la actualidad está persiguiendo el contador Lima Coimbra es donar equipos y videos de audiolectura a las escuelas especiales. Este centro cultural literario a diferencia del resto que utilizan el sistema braille o el casette, puso el foco en aquellas personas mayores que padecen discapacidades visuales o dificultades neurológicas o motrices, situación que les provoca dificultad para acceder autónomamente a la lectura. Para el presidente de CICALE también son destinatarios de su proyecto las personas no alfabetizadas.

En países como Alemania o los EE.UU, solo el 4% de la producción literaria corriente se halla digitalizada para que puedan ser oídas por personas ciegas o disminuidas visuales. Contrariamente en nuestra querida Argentina, ese porcentaje no alcanza ni al 1%.

En el mismo camino hacia el desafío de suprimir barreras, además de CICALE, se encuentran otros grupos y organizaciones que tienen por objetivo superar los límites del braille. Es el caso por ejemplo de los lectores voluntarios o como se los llama libros parlantes, que son personas que visitan a otras con discapacidades visuales, quienes actúan como oyentes, conformando de este modo un dueto que comparte el placer de la lectura. En este sendero vale destacar la labor del grupo lector «EL ESPACIO DE LA PALABRA» dirigido por Marta Berutti, propuesta que nació en la Ciudad de La Plata y abarca actividades de promoción de la lectura. Esta ONG, cuenta con voluntarios que esperan ser convocados por esos potenciales oyentes amantes de un buen texto.

La lectura por medios electrónicos, es otra alternativa que se suma al método braille, a los lectores voluntarios o las tradicionales grabaciones en casettes. En esta línea se enrola el proyecto «TIFLOLIBROS», que es una biblioteca digital creada por personas ciegas. Esta ONG, pone a disposición de personas con esta clase de limitaciones, archivos digitales de libros, mediante un programa lector de pantalla, software que también es utilizado por este colectivo para leer el diario, el correo electrónico, etc. Cuenta en su haber con unos 29.000 libros digitalizados, los cuales también pueden convertirse en audio mediante el formato mp 3, grabados con una voz sintética y robotizada, para ser distribuidos en CD entre quienes no están habituados a un ordenador.

Las diversas alternativas de lectura, abren un nuevo espectro carentes de fronteras para personas ciegas o con baja visión..

Amigos… afortunadamente estos mínimos ejemplos de supresión de obstáculos, (digitalización de textos, lectores voluntarios y medios electrónicos de lectura) nos permiten inferir que poco a poco vamos logrando la tan mentada equiparación de oportunidades, en este caso, a la formación e información que surge de la experiencia literaria. ¡VAMOS POR MÁS! No olviden nunca «EL EJERCICIO DE LOS DERECHOS, NO SON MEROS PRIVILEGIOS».

Dra. Silvina Cotignola.

Abogada especializada en Familia, Salud y Discapacidad.

Smlcoti@hotmail.com.ar