Amigos… se debiera advertir que en 20 años la depresión se convertirá en la enfermedad que más padecerán los seres humanos, superando al cáncer y los trastornos cardiovasculares, según proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para el 2030 la depresión será la enfermedad más común de la humanidad. Según este Organismo, este trastorno mental será el mayor problema de salud para las sociedades, tanto económica como socialmente. Sin embargo, para la OMS, la mayoría de los países en desarrollo en la actualidad sólo gastan menos de un 2% de sus presupuestos nacionales en servicios de salud mental.
Hay que tener en cuenta que la depresión es una enfermedad tan real y limitante como cualquier otro impedimento de carácter físico que causa sufrimiento a las personas.
Según el psiquiatra de la OMS, Dr. Shekhar Saxena, la depresión es llamada la “epidemia silenciosa” porque generalmente existe sin ser advertida por el entorno. Pero lamentablemente siempre estuvo presente y aún más, es probable que aumente en términos de proporción mientras otras enfermedades vayan disminuyendo.
Esta advertencia fue hecha durante el desarrollo de la Primer Cumbre Global de Salud Mental que se llevara a cabo en Atenas, Grecia. En esta reunión de cinco días se pretendió debatir lo que los organizadores llamaron la “crisis en los servicios de salud mental en el mundo”.
Según la OMS, actualmente, más de 450 millones de personas están directamente afectadas por algún trastorno o discapacidad mental, y la mayoría de éstas viven en los países en desarrollo. Dichas cifras muestran claramente la magnitud del problema y sus probabilidades de que vaya incrementándose paulatinamente. Es así que de no modificarse este panorama, en el 2030 la depresión será, entre todos los trastornos de salud, el que causará la mayor “carga de salud».
¿Qué debemos entender por carga de salud? Según el experto de la OMS, se tiene en cuenta la medida de años perdidos de vida debido a una muerte temprana o a una discapacidad severa causada por una determinada enfermedad, como en este caso seria la depresión. Cabe señalar que actualmente la depresión es mucho más frecuente y común que cualquier otra enfermedad más temida, como lo es hoy día, el VIH-Sida o cáncer. No obstante ello, la depresión es uno de esos temas de los que la gente no suele hablar mucho, sobre todo cuando quien habla es la persona afectada.
Esta creciente carga de salud será un problema particularmente grave para los países en desarrollo que cuentan con menos recursos para servicios de salud mental. Existen cifras que muestran que los países más pobres en realidad tienen más depresión comparados con los países ricos. Verbigracia, las personas pobres que viven en países ricos tienen una incidencia de depresión más alta que las personas más ricas en esos mismos países. En síntesis, estas cifras nos muestran que los países de altos ingresos destinan 200 veces más recursos a su salud mental que aquellos países de bajos ingresos.
Por otra parte, los expertos subrayaron que como cerca de la mitad de los trastornos mentales comienzan antes de que la persona cumpla 14 años, de allí devendría la importancia de contar con servicios de salud durante la infancia. Actualmente, en el mundo, 450 millones de personas se encuentran directamente afectadas por un trastorno mental. Sin embargo, vale consignar que en los países de bajos y medianos ingresos sólo se posee un psiquiatra infantil por cada 1 a 4 millones de personas. Asimismo es importante resaltar que los estudios de la OMS nos muestran que cerca de 800.000 personas se suicidan cada año y 86% de éstas viven en países de bajos y medianos ingresos, perteneciendo más del 50% de estas personas, al grupo etáreo de entre 15 y 44 años.
Pero se debe tener en cuenta que las pérdidas no son sólo importantes en términos sociales, porque las enfermedades mentales también tienen un enorme impacto en la productividad de un país. Expertos británicos del King’s College en Londres han calculado en términos financieros ¿cuál es la carga de una persona con depresión para una sociedad? Parte de esta carga es por la pérdida de productividad, porque una persona con depresión grave tienen muy pocas posibilidades de estar o mantenerse empleada. A ello afirman, debe incluírseles los costos por los beneficios inherentes a la incapacidad o al desempleo, en particular en los países desarrollados. Si sumáramos todos estos costos, hablaríamos aproximadamente de un monto de us$19.000 millones al año o cerca del 1% del PBI.
Amigos… con las desfavorables perspectivas de que aumente la carga de las enfermedades mentales y que estas continúen incrementándose en las próximas décadas, me parece totalmente urgente y necesario que cambie la actitud de la sociedad hacia dichas enfermedades. No debemos entonces olvidar ni negar que la depresión es una enfermedad tan real como cualquier otro trastorno físico que provoca padecimientos en las personas. Es por ello que entiendo que quien este afectado tiene derecho a obtener asesoramiento y eventualmente asistencia, así como también, lo que es obvio, tratamientos adecuados en el mismo entorno de salud que se les ofrece a los que padecen otra clase de enfermedades.
Por ello, reitero mi invitación pues “EJERCER UN DERECHO NO CONSTITUYE UN MERO PRIVILEGIO”.
DRA. SILVINA COTIGNOLA, ABOGADA ESPECIALIZADA EN DISCAPACIDAD, SALUD Y FAMILIA.