Esta semana me dedicaré a comentar una reciente normativa por la cual se amplía el criterio de certificación de determinadas patologías. Atento a la competencia que la ley 22431 le acuerda al Servicio Nacional de Rehabilitación en relación a la certificación de la discapacidad, se hace necesario determinar en que caso corresponde extender el mismo, en los pacientes con trastornos de la infancia, niñez y adolescencia, aprobándose ergo, los criterios para la extensión de dicho certificado. Por ello, la señora Directora del Servicio Nacional de Rehabilitación dispone» Art. 1: apruébese la normativa para la certificación de discapacidad en pacientes con trastornos en la infancia, niñez y adolescencia, que como anexo 1 pasa a formar parte integrante de la presente».
El desarrollo infantil: el desarrollo neurológico deriva del interjuego de la maduración del sistema nervioso central, el sistema neuromuscular y el sistema endocrino, así como de diversas influencias ambientales. Este desarrollo es continuo y dura toda la vida, pero alcanza su máxima expresión en las primeras etapas de la vida. Si bien la neurogénesis ya esta virtualmente completa al momento del nacimiento, la arborización axonal y dendrítica continúa durante muchos años, esto junto con la sinaptogénesis parecen estar influidos por el medio, dada la plasticidad cerebral se fortalecen algunas conexiones y se desarrollan otras en respuestas a estímulos ambientales. La mielinización continúa también durante décadas. Por ello, se dice que un niño tiene retraso madurativo cuando no alcanza un desarrollo similar al de la mayoría de sus pares de la misma edad cronológica. Esta alteración podrá manifestarse, en la motricidad, en la esfera intelectual, en el lenguaje, o en la conducta psicosocial, implicando el compromiso de una o varias áreas.
Dentro de las patologías en las cuales se encuentra afectado el desarrollo infantil normal, se hallan: retraso mental; trastorno generalizado del desarrollo; trastorno del aprendizaje; trastornos motores y de la comunicación; trastornos de conducta y, por último, otros trastornos de la infancia, niñez y adolescencia.
1- Retraso mental: se caracteriza por un funcionamiento intelectual general significativamente inferior al promedio y por una carencia de las destrezas necesarias para la vida diaria. El nivel de desarrollo a alcanzar por un niño es el producto de la interacción entre los factores biológicos, las características de su familia y el contexto social en el que vive. Este retraso afecta al 1% de la población con una relación de 1.5 /1 varón / mujeres. Las causas del retraso mental pueden ser: orgánicas o psicosociales. Respecto a las 1 estas pueden ser a su vez, de causa genética (errores congénitos del metabolismo: fenilcetonuria, enfermedad Tay Sachs, hipotiroidismo); anomalías cromosómicas (síndrome de down, fragilidad del cromosoma x), y por último, por otras causas (secuelas de infecciones, intoxicaciones o traumatismos cerebrales). En cuanto a las 2 se pueden enunciar la falta de estimulo intelectual.
Para diagnosticar el retraso mental, se deberá tomar como base un coeficiente mental de 70, el cual equivale aproximadamente a dos desvíos Standard por debajo de la media.
Alrededor del 85 por ciento de los sujetos con retraso mental presentan retrasos de tipo leve (coeficiente intelectual 50-70) a ellos es posible educarlos, alcanzada la adultez pueden adquirir habilidades sociales y laborales adecuadas para una autonomía mínima. Por otro lado, hay que señalar que el 10 por ciento son del tipo moderado (30-55) a estos es posible entrenarlos, alcanzada la vida adulta son capaces de efectuar trabajar no cualificados, siempre con una supervisión. Por último, están los retrasos madurativos severos que abarcan el 1 por ciento y son de tipo profundo (menor de 25). La mayoría de estos individuos presentan una enfermedad neurológica que explica el retraso mental. Sin perjuicio de esto, muchos pacientes con retrasos mentales pueden coexistir con otros tipos de trastornos tales como trastornos por déficit de atención, del aprendizaje y trastornos generalizado del desarrollo.
Los posibles tratamientos se encuadraran según el caso en medicamentos, educacional y psicológicos .
Para acreditar discapacidad en el retraso mental se requiere : 1- criterios diagnósticos por la cie- 10 / dsm- 4 , sobre la base del grado de severidad que refleje el nivel de deterioro intelectual indicando el coeficiente, 2- estudios genéticos, 3- planilla correspondiente a discapacidad mental, 4- estrategia de rehabilitación Ej.: estimulación temprana, educación especial, integración escolar, taller laboral, etc.
En síntesis, se certificara la discapacidad a todo niño o adulto que se encuentre comprendido dentro de las características descriptas.
2-Trastornos generalizados del desarrollo. El mismo se caracteriza por una grave perturbación generalizada de varias áreas del desarrollo, tales como: habilidades para la integración social, lenguaje y comunicación. Hay que destacar que estos trastornos, son independientes del nivel de desarrollo o edad mental del sujeto. Este grupo de trastornos incluyen: trastorno autista, trastorno de rett, trastorno desintegrativo infantil, síndrome de asperger, y, por último, trastorno generalizado del desarrollo no especificado. Todos estos trastornos suelen ponerse de manifiesto antes de los 3 años de vida y, en general, suelen asociarse a un grado de retraso mental.
Trastorno autista: las características del mismo son la presencia de un desarrollo marcadamente anormal o deficiente de la interacción y comunicaciones sociales, y, además, repertorio restringido de actividades e intereses. Pueden presentar variedad de síntomas desde la hiperactividad, atención reducida, agresión y comportamientos autolesivos. Aproximadamente, el 75 por ciento de los niños con trastornos autistas presentan retraso mental asociados. Los trastornos genéticos más frecuentemente asociados al autismo son la esclerosis tuberosa y síndrome de fragilidad del cromosoma x.
El trastorno desintegrativo de la infancia: aquí existe una marcada regresión en al menos dos áreas tales como lenguaje receptivo o expresivo, habilidades sociales o comportamientos adaptativos, control vesical o intestinal etc. Dicha regresión se produce luego de un periodo de por lo menos dos años de desarrollo normal y se inicia antes de los 10 años de vida. Suele asociarse a retrasos mentales graves.
El síndrome de asperger: se caracteriza por una alteración grave y persistente de la interacción social y desarrollo de patrones de comportamientos, e intereses. A diferencia del autismo, el paciente de este síndrome, no presenta retraso del lenguaje ni tampoco en el desarrollo cognoscitivo, autovalimiento, comportamiento adaptativo, así como la típica curiosidad del ambiente en la infancia .
Para acreditar la discapacidad en los trastornos generalizados del desarrollo se requiere : 1- evaluación clínica, clasificación multiaxial, 2- estudios genéticos, 3- estudios por imagen, 4- evaluación neuropsicológica infantil 5- evaluación del nivel de desarrollo por pruebas estandarizadas, 6- planilla correspondiente a trastorno generalizados del desarrollo, 7- estudios de la comunicación y el lenguaje, herramientas de utilización 8- informe escolar psicopedagógico, psicológico, neurolingüística, fonoaudilógico y 9- estrategias de rehabilitación.
En síntesis, se acreditara la certificación de la discapacidad a los niños con diagnósticos de trastorno generalizado del desarrollo, teniéndose para ello en consideración, un programa de rehabilitación y tratamientos específicos. Advertirán, amigos, que dia a día van ampliándose la vasta gama de patologías que ameritan la certificación de la discapacidad. Ello nos obliga más que nunca a no pretender encuadrar la discapacidad en alguna de ellas atento a los estímulos y/o beneficios que la normativa tutelar de la materia contempla. Por dicha razón, los invito formalmente a no abusar de los derechos, pero, de igual modo, como siempre, mi sugerencia es la misma «El Ejercicio de sus Derechos, no son Meros Privilegios». Dra Silvina Cotignola, abogada especializada en discapacidad, salud y familia. sml@hotmail.com.